El 10 de septiembre es conocido por ser el Día Mundial de la Prevención del Suicidio.
Según las estadísticas provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), de enero a junio de 2023 el suicidio se mantuvo como primera causa de muerte externa, con 1.967 fallecimientos (el 75,2% de ellos fueron hombres y el 24,8% mujeres).
En 2022, el suicidio continuaba siendo la primera causa de muerte externa, con 4.227 fallecimientos, que respecto al 2021, se registraron un 2,3% más.
Y a pesar de que las estadísticas muestran un descenso de los suicidios en España en 2023 con respecto a 2022, sigue siendo una realidad alarmante que refleja nuestro fracaso tanto en la falta de un plan nacional de prevención del suicidio, como a nivel social como colectivo.
Una realidad estremecedora
Está muy bien ver los porcentajes y las cifras. Normalmente nos alarman. Así que podría decirse que cierta parte del objetivo ha sido cumplido. Pero vamos a olvidarnos un poco de ellas. De las estadísticas, de los números…
Vamos a empezar a pensar en todas aquellas personas que se han suicidado.
Todos sabemos que sería maravilloso un plan nacional de prevención contra el suicidio en España. Pero hasta que decidan ponerlo en marcha, ¿qué puedo hacer yo, como individuo, para mostrar comprensión y apoyo a las personas de mi alrededor? Para estar ahí. Para acompañar.
Hace unos meses leí que en los tiempos de profundo dolor, podemos ser ese pequeño faro de esperanza para los demás, y me gustó mucho la manera de reflejar que en ocasiones, la mano amiga que sostiene la tuya, que te hace ver que no estás solo/a, y que te acompaña puede marcar una diferencia abismal.
¿Qué puedo hacer si alguien me dice que piensa en el suicidio?
Si una persona de tu alrededor te cuenta sus pensamientos suicidas y cómo se siente, algo que puedes hacer es:
- Preguntarle abiertamente. A pesar del miedo extendido que asegura que hablando del suicidio hay más posibilidades de que se aliente a ello y se produzca, tener un espacio seguro donde poder hablar de ello alivia, y reduce el peligro de cometerlo
- Permitir que la persona se exprese. A veces es difícil encontrar las palabras, pero también hay otras formas de reflejar que estás ahí, como por ejemplo, mostrándole tu atención a la otra persona
- Escucharla activamente
- Permitirle los silencios, que se tome su tiempo
- Entender las razones, sin juicios, que puede tener para querer morir
- Validar sus emociones. Validar sus emociones pasa por comprender que pueda sentirse así, y eso no siempre significa que tengas que estar de acuerdo con ello
- Mostrar cercanía y disponibilidad muchas veces hace más que cualquier cosa que puedas decir (cuando no encuentras las palabras)
- Agradecer la confianza que ha depositado en ti para contártelo
- Aconsejar buscar ayuda profesional, ofrecerle ayuda, buscar recursos…
También es importante recordaros a todas las personas que vivís una situación así, en la que alguien cercano o un ser querido os expresa ideación suicida, que no sois los salvadores de nadie. Ninguno lo somos, por mucho que a veces queramos. Tampoco sois profesionales. Sois amigos, padres, madres, hermanos, hermanas, parejas… que lo hacéis lo mejor que podéis. Nadie os ha enseñado nunca cómo acompañar en este tipo de situaciones.
Algunos recursos disponibles son:
- 024 (Línea de atención a la conducta suicida por parte del Ministerio de Sanidad)
- 911 385 385 (Teléfono contra el suicidio, organización La Barandilla)
- 717 003 717 (Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza)
- 112 (Emergencias)
Referencias
Instituto Nacional de Estadística (INE), (2023). Defunciones según la causa de muerte, primer semestre 2023 (datos provisionales) y año 2022 (datos definitivos).
Castillo Laguna, J. J. (2016). El suicidio en el ámbito de la comunicación.